domingo, 25 de marzo de 2012

In 10 years 2 billion people have gained access to water

The quantity of people has been doubled from the 1990´s
The proportion of people without sustainable access to safe drinking water source has been reduced by half. The last report made by the UNICEF: “Progress on Drinking Water and Sanitation” in 2012 ratifies that since the 90´s more than two million people have gained access to water.
Nevertheless big disparities still exist. In Latin America, the Caribbean and Northern Africa the coverage of improved water is 90 per cent, while in sub-Saharan Africa the quantity of people without access to improved water supply is still equal to the 61 per cent. Big differences between rich and poor, rural and urban and geographic areas are still part of the water access and sanitation reality. While the 19 per cent in sub-Saharan Africa and the 39 in Oceania population use surface water for drinking and cooking, India and China have represented more than the half of the people who have gained access to water from the 90´s until now.
China, India, Nigeria, Ethiopia, Indonesia, Congo, Bangladesh, Tanzania, Sudan and Kenya: Only ten countries in the world have the two thirds of the global population without access to an improved drinking water source. Piped water is enjoyed by the 80 per cent of the urban population, however only 29 per cent of rural population have access to piped water. Most people without an improved drinking water source live in rural areas, especially in Sub-Saharan Africa which has the lowest drinking water coverage in the world.
780 million people don’t have access to water. Even the UN General Assembly recognized in 2010 water and sanitation as a human right, some regions, especially poor and rural places still don’t have access to water and sanitation. 780 million people, more than one tenth of the global population, are still without access to improved sources of drinking water while at the same time, more than 2.5 billion don’t have access to improved sanitation.
Sanitation has increased from 49 percent in 1990 to 63 per cent in 2010. However, even it has improved in almost every developing region, in many countries of sub-Saharan Africa and Southern Asia the sanitation coverage is below 50 per cent. Even, four out of ten people who have gained access to improve sanitation since the 90´s live in China or India, more than half of the 2.5 billion people without sanitation still live there.
Even big and important achievements have been done, in accordance with the quantity of people with access to safe drinking water and basic sanitation, there is still much work to be do in order to decrease and eradicate differences between developed and developing countries, poor and rich people, rural and urban geographical areas looking for a fairer and more equalitarian world.

EN EL TEATRO LARA DE MADRID

El manual de la buena esposa: Una tronchante comedia reflexiva sobre la mujer durante la Dictadura.

Nuestras madres y abuelas ya escuchaban frases como la que dijo la directora de la Sección Femenina, Pilar Primo de Rivera: “Las mujeres nunca descubren nada. Les falta, desde luego, el talento creador reservado por Dios para inteligencias varoniles; nosotras no podemos hacer nada más que interpretar, mejor o peor, lo que los hombres nos dan hecho”.
Esta dura realidad de las mujeres españolas en tiempos de Franquismo es descrita en la desternillante obra de El manual de la buena esposa que se puede ver desde el 26 de enero en el Teatro Lara de Madrid (Corredera de San Pablo, 15).
El manual de la buena esposa se divide en doce textos de Miguel del Arco, Alfredo Sanzol, Yolanda García Serrano, Verónica Fernández, Ana Costa y Juan Carlos Rubio, todos ellos bajo la dirección de Quino Falero. Durante 90 minutos  se huye de retratos nostálgicos y melodramáticos se enseña al público doce historias, doce fotografías rápidas, que dibujan la realidad de esos años.
Llum Barrera, actriz de Aquí no hay quien viva; Mariola Fuentes, que entre otras cosas participó en la película de Torrente; y Natalia Hernández, que aparece en Amar en Tiempos Revueltos, interpretan realidades divertidas y cómicas al mismo tiempo.
Las tres intérpretes se convierten en distintos personajes durante el transcurso de la obra. A veces, representan a jóvenes que aspiran a tener un puesto en la Sección Femenina, otras veces se presentan como mujeres sometidas al hombre y otras como jóvenes transgresoras en contra de las reglas marcadas en cuestiones como religión o sexo. Eso sí, independientemente del personaje que representen, siempre hacen una actuación espléndida creando una obra original, alegre y al mismo tiempo reflexiva donde es difícil parar de reír.
Entre cantes, bailes, castañuelas y un castellano acorde con los tiempos de aquella época se tratan temas como la invasión de las suecas, la religión, la sexualidad, el deporte, la educación y las relaciones matrimoniales.
Las actrices se divierten tanto o más que el público que las observa, y quizás esa sea la clave del éxito de la función, la agudeza y la gracia natural con la que las tres actrices que representan la obra en todo momento.
Mientras un público joven recuerda los vestigios de la educación de sus madres, otro sector más maduro recuerda aquella moral que vivió durante los años de Franquismo, esta obra ofrece el acercamiento y la comprensión de tiempos no tan olvidados como pensamos.
La obra, como un viaje cronológico por la vieja España de la Dictadura entre los años 1936 y 1977, ilustra tras un fondo amargo un humor exquisito. Tras el telón del ingenio y la chispa,  la obra invita al espectador a una reflexión sobre las ataduras y la desigualdad de la mujer durante los tiempos del Franquismo.

Ruta por el madrileño barrio de Malasaña
La Asociación Carpetania Madrid ofrece una ruta histórica  que abarca desde el siglo XVI hasta la actualidad para conocer el Madrid popular que se esconde tras las calles de Malasaña.
Comenzando con los Austrias y llegando a los convulsos años de la Movida, el guía durante toda la visita describe la evolución de un barrio que comenzó siendo parte de las afueras y que ahora es una de los zonas céntricas más frenéticos y llenos de actividad del centro de Madrid.
Tal y como se nos explica en nuestra ruta a pie de dos horas y media, Malasaña que en un principio estaba formado por dos barrios independientes, El Refugio y Malasaña, aún conserva el sabor de lo tradicional.
Durante la ruta, podemos ver locales tan emblemáticos y característicos como El Café, lugar distinguido dónde se reunía gente adinerada mientras escuchaban el violín, La Taberna, donde la gente con menos dinero bebía tinto aguado, o la Farmacia Juanse en la que los mármoles del establecimiento aún recogen los dibujos de los preparados que se vendían.
El recorrido comienza a las ocho y media de la noche en la Iglesia de San Antonio, el lugar más antiguo del barrio, y finaliza en la plaza Dos de Mayo. Entretanto se recorre la calle Pez, calle Jesús del Valle y San Andrés entre otros lugares.
Durante la visita al barrio de Malasaña el guía te descubre curiosidades de un barrio que no sólo tiene una gran vida cultural y nocturna, sino también un gran pasado.
Entre anécdotas, el guía cuenta como la calle del Pez era un lugar de gran afluencia, en el siglo XVII en el que los que venían de fuera de Madrid buscaban productos que no encontraban en otros lugares de la capital, o como desde el comienzo de la Movida madrileña la calle de Manuela Malasaña, lugar dónde se establecieron la mayoría de los lugares de copas, acabo dando nombre al barrio.

miércoles, 14 de marzo de 2012

Exposición de fotoperiodismo en Tabacalera hasta  el 10 de junio
Los disparos fotográficos de Gervasio Sánchez


Cerca de tres décadas de trabajo del fotoperiodista Gervasio Sánchez se resumen  en la muestra fotográfica “Antologías”. Los disparos fotográficos de Gervasio Sánchez en lugares tan dispares como América Latina, Los Balcanes o África nos enseñan la inclemencia que tambalea a las victimas de la atrocidad en las salas de La Tabacalera hasta el próximo 10 de junio.

Niñas tras el cristal del coche. Bosnia. Guerra de los Balcanes. Marzo 1994
La exposición de Gervasio Sánchez plasma en imágenes la historia de los casi olvidados, la historia que Gervasio Sánchez recuperó con su flash para contarnos con crudeza y realidad el día a día de aquellos que aún sufren las consecuencias de la guerra y el conflicto. La mayoría de las imágenes en apariencia describen realidades rutinarias  que precisamente en su intrascendencia captan el dolor constante de los sobrevivientes del conflicto y de la guerra. Un aullido, un grito de socorro y de esperanza captado a través de 148 fotografías, a color y en blanco y negro, cerca de 100 retratos, seis videos audiovisuales que muestran fotografías realizadas desde 1984 y ocho murales con cerca de 100 retratos de personas directamente afectadas. Victimas de mutilaciones y ex niños soldados, víctimas de minas antipersona, familiares con parientes desaparecidos en distintos países del mundo descubren las fotografías de Gervasio Sánchez, descubren la crudeza de nuestros tiempos.

En esta exposición no sólo recorremos la trayectoria periodística de Gervasio Sánchez, sino que al mismo tiempo recorremos en un trayecto fotográfico 25 años de su vida, tal y como dijo el mismo: “Es donde he aprendido todo lo que soy, en esta exposición empiezo a hacer una especie de resumen, que al final es un de resumen de mi vida.” La muestra de La Tabacalera comienza con fotografías de Centroamérica en el año 1984 y continúan con la narración fotográfica de las atrocidades captadas por la cámara de Gervasio de forma ininterrumpida en Europa, África y Asia. La Secretaría de Estado de Cultura inaugura esta muestra de escenarios bélicos o posbélicos con motivo de la concesión del Premio Nacional de Fotografía 2009, concedido a Gervasio Sánchez, que fue otorgado por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte. Según afirma la comisaria de Gervasio Sánchez, Sandra Balsells, el objetivo de esta exposición fotográfica es: divulgar un legado visual de enorme valor histórico y documental en el que se combina un material prácticamente inédito -obtenido durante sus primeros años de aprendizaje y formación- con fotografías de actualidad ampliamente difundidas y con proyectos documentales realizados a largo plazo que han otorgado una indudable solidez a su obra”.

La exposición de La Tabacalera “Antologías” está expuesta de forma cronológica, transcurriendo en el tiempo en consonancia con los países fotografiados por Gervasio Sánchez. Las 63 fotografías en color y las 85 fotografías en blanco y negro se distribuyen alrededor de cinco grandes bloques temáticos: América Latina (1984-1993), Balcanes (1991-1999), África (1994-2004), Vidas minadas (1995-2007) y Desaparecidos (1998-2010).
Niña desplazada. El Salvador. Marzo 1989
Las fotográfías de América Latina realizadas entre 1984  y 1992 coinciden con la primera etapa de Gervasio Sánchez como fotoperiodista. Sus fotografías en aquella época casi siempre en color, cercanas y sobrias, sintéticas y contundentes describieron los tiempos convulsos que azotaron a países como El Salvador, Nicaragua, Guatemala, Chile o Panamá.

Sin embargo, es en los Balcanes, durante la desintegración de Yugoslavia, es cuando se percibe un cambio radical en la trayectoria profesional de Gervasio Sánchez. Durante la guerra serbo-croata y  su viaje a Bosnia-Herzegovina conjuga dos tipos de fotografías: por un lado imágenes en color que retratan la gran violencia a la que está sometida la población civil, y por otro, fotografías en blanco y negro que imprimen la vida diaria de la gente que se encuentra en la retaguardia del conflicto. Al finalizar la guerra de Bosnia en 1995 Gervasio Sánchez se implica y se inmiscuye en la realidad que le rodea iniciando la búsqueda de algunos de los fotografiados en sus imágenes de guerra desvelando así el drama que rodea al conflicto, el drama no contado y casi siempre olvidado.

Niño mutilada y madre burka.Afganistán. Agosto 1996
En África, 1995, nace el proyecto documental “Vidas minadas” del que también podemos disfrutar en la exposición de Gervasio Sánchez. Este bloque temático se centra en tres jóvenes: el camboyano Sokheurm Man, el bosnio Adis Smajic y la mozambiqueña Sofia Elface Fumo, personajes que dan forma, intimismo y personalidad a las imágenes en blanco y negro que muestran como sigue y cambia la vida en lugares con minas antipersona.
Por último podemos ver en la Tabacalera “Desaparecidos” el proyecto más relevante en la trayectoria de Gervasio, según el mismo afirma. La complejidad de este bloque temático se basa en la imposibilidad de visualizar a las victimas desaparecidas. Sin embargo, la falta de imágenes de los ausentes se suple con un ambiente  implícito en el que es posible oler y oír el dolor de lo perdido